Un día, no recuerdo cuando, tampoco el tiempo transcurrido, solo se que... salí a la calle y para mi sorpresa, todas las señales y los códigos a través de los que yo interpretaba el mundo, habían sido sustituidos por otros, nunca sabré si estaba equivocada, pero, con el tiempo, me llegaron a permitir saber cual era mi sitio, como tenía que actuar, aunque a veces tuviese dudas, es más, serias dudas de que fuesen las adecuadas para mí. Ahora me cuesta saber que hacer en cada momento, casi tengo que inventarlo o invertirlo(el mundo), no se muy bien, y cada cosa que digo, hago, pienso o escribo, lo hago en clave desconocida.
No quiero hablar de sentimientos elevados
montados sobre falsas premisas,
desbordadas emociones sobre espejismos del alma,
de cielos e infiernos
inventados en otro mundo
con Dioses y Demonios a la carta,
aséptica-mente envasados
para nuestro uso y consumo;
No quiero vivir
con la dosis de amor y pánico
que nuestra débil naturaleza
es capaz de soportar,
de puestas de sol
que encogen el alma,
de amaneceres luminosos
que ensombrecen la misma,
ese alma patética, frágil y vulnerable,
capaz de romperse en mil pedazos...
que nos empeñamos en recomponer
una y otra vez,
Todo..., por no pactar con el diablo.
12/11/10 Isbl